19 de marzo de 2020

Reseña La caja de los recuerdos



Hemos descubierto en la biblioteca otro libro precioso que quería recomendaros. Se llama “La caja de los recuerdos”.
Autora del texto: Anna Castagnoli
Ilustraciones: Isabelle Arsenault
Editorial OQO
Edad: a partir de 2 años
ISBN: 978-84-9871-077-9
Erase una vez una caja con una estrella rota, no valía gran cosa. Así empieza el cuento que a nosotras nos transmite la sensación de paz y armonía. Un libro que hace reflexionar sobre el valor que damos a las cosas. Las cosas que en principio no valen nada, pero nosotros le empezamos a atribuir un valor sentimental. Igual que la niña protagonista, que a lo largo del tiempo ha ido guardando sus pequeños tesoros en su caja de los recuerdos heredada de su madre y hasta ha puesto nombres a las pierdas que cogió de la playa, cuidaba su pajarito de lana, dándole migas de pan.
A la protagonista le hacía gracia pensar que la caja la había creado ella, como una ostra crea a una perla. La niña comprendió que dejando marchar esas cosas, dejamos más sitio a la imaginación. Justo de la imaginación y la abundancia de cosas he hablado en mi otro artículo: La generación de los niños sin jugar.
Contando en primera persona, nos hace entrar en su maravilloso mundo infantil y nos ponemos en su piel para entender sus pensamientos; haciéndonos partícipes de su evolución y de su generosidad. La autora Anna Castagnoli usa poesía en prosa, que tiene un ritmo mecedor y para mi hija Leire de cuatro años le funcionaba con un elixir para concebir dulces sueños.
Mientras yo me quedo leyendo sola el libro, pensando sobre el simbolismo que hay en él, estudiando las ilustraciones tan curiosas que tiene de Isabelle Arsenault, la ilustradora infantil canadiense galardonada con varios reconocimientos y premios.
Sus ilustraciones combinan varias técnicas como acuarela, rotuladores y collage que combina perfectamente con la naturaleza del texto. Los dibujos van cambiando de un estilo más realista en el principio y cambiando cada vez a más abstracto, mientras la niña se va dejando marchar sus tesoros.
Hay un mensaje muy profundo en este libro: la energía nunca se pierde, sino se transforma, que me recuerda a una ley de física, pero también vale para la energía emocional, diciéndonos que siendo generosos y dejando marchar las cosas, se transforma en más espiritualidad, esa energía que nos retorna algún día en forma de algo agradable. Nada o nadie nos pertenece ni dura para siempre, hay que dejar ir.
Mientras que para al pequeño lector le ayuda por ejemplo entender que es hora de dejar su “mantita” o el chupete, o consolarle porque se le ha perdido su peluche favorito.
El libro termina con una sorpresa, os dejo con ganas de descubrirlo.
Ahora que por las circunstancias debemos quedar en casa por mucho tiempo, esta lectura es ideal para pasar el rato leyendo con tu peque y pensar y valorar las cosas desde un nuevo ángulo.
Nada me haría más feliz que leer vuestros comentarios. ¿Que tal lo lleváis con vuestros peques en casa?

No hay comentarios:

Publicar un comentario